Washington, 16 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este miércoles que la principal ley estadounidense contra la violencia machista haya vuelto a entrar en vigor después de tres años desactivada, al asegurar que esa medida “salva vidas”.
La ley, conocida por sus siglas en inglés, VAWA, sirvió durante décadas para financiar programas de ayuda para las supervivientes de maltrato y abusos sexuales, además de darles una vía para buscar justicia en las cortes.
Desde su aprobación en 1994, la medida se avalaba periódicamente en el Congreso, hasta que los conservadores dejaron que expirara en 2019.
Tras un acuerdo bipartidista, el Congreso estadounidense aprobó finalmente la semana pasada volver a autorizar la ley hasta 2027, e incluyó esa medida en un gran paquete de gasto de 1,5 billones de dólares que Biden firmó el martes.
“Esta ley ha salvado vidas. Ha ayudado a mujeres a reconstruir sus vidas”, dijo Biden durante un acto en la Casa Blanca al que asistieron numerosas activistas contra la violencia machista, entre ellas la actriz Angelina Jolie, que presionó durante meses para que se reactivara la medida.
Biden lamentó, sin embargo, que la ley solo se haya reactivado de momento por un periodo de cinco años, y opinó que si el problema “afectara a los hombres”, no habría habido problema en “hacer que la medida sea permanente”.
El propio Biden ayudó a escribir VAWA cuando era senador a principios de la década de 1990, y aseguró que su aprobación “cambió la forma en la que EE.UU. veía el problema” y “sacó de las sombras la epidemia oculta” de la violencia de género en el país.
“Y sabemos que la pandemia no ha hecho sino exacerbar el problema de la violencia doméstica y sexual. Se ha disparado como una bengala”, denunció el presidente.
En las casi tres décadas desde que se aprobó VAWA, la tasa de violencia en el seno de la pareja ha descendido más del 50 %, según estadísticas oficiales.
Pero la violencia machista afecta todavía en algún momento de sus vidas a un tercio de las estadounidenses, y tiene un nefasto aliado en las armas de fuego: una media de 70 mujeres mueren cada mes asesinadas a tiros por su pareja, de acuerdo con la organización pro control de armas Everytown.
Según la Casa Blanca, la nueva versión de VAWA permitirá expandir los esfuerzos de prevención y las protecciones para las supervivientes, incluidas aquellas de poblaciones marginalizadas como las personas trans, así como su acceso a los servicios legales.
Además, extenderá el derecho de las tribus a procesar en su jurisdicción a las personas no indígenas que cometan abusos sexuales en tierras tribales.
No obstante, la medida no incluye una provisión que era clave para los demócratas y que se conoce como el “vacío legal del novio”.
Actualmente, la ley federal prohíbe que aquellos condenados por un delito de violencia de género tengan armas de fuego en casa, pero eso solo se aplica a las personas que están casadas o tienen un hijo con la víctima, por lo que los demócratas querían expandirlo a quienes no forman parte de un matrimonio.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) hizo campaña contra esa idea y consiguió arrastrar a buena parte de los republicanos del Senado.