Nueva York, N.Y.- La dimisión del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acorralado por acusaciones de acoso sexual y un posible proceso de destitución, ha sido recibida con sensación de alivio entre la clase política del estado, que ahora busca abrir una nueva era marcando distancias con su Administración.
La vicegobernadora, Kathy Hochul, que reemplazará a Cuomo cuando en dos semanas se haga efectiva su renuncia, anunció este miércoles que el proceso de transición ya está en marcha y que utilizará este periodo para formar su equipo de trabajo.
En su primera aparición pública desde que el gobernador dio a conocer su dimisión, Hochul no dudó en distanciarse de él y de la cultura que había impuesto en su oficina, descrita como “tóxica” en el informe de la Fiscalía General que terminó por forzar su caída.
“Creo que está claro que el gobernador y yo no hemos estado cerca, ni físicamente ni de otras formas”, defendió en una conferencia de prensa, en la que adelantó que habrá cambios importantes en el equipo de gobierno.
Hochul dijo que no continuará en la Administración ninguna persona señalada por acciones poco éticas en el citado informe, que aseguraba que Cuomo acosó a once mujeres, la mayoría empleadas y exempleadas, pero que detallaba también un clima de trabajo “hostil” y el papel de algunos colaboradores a la hora de tratar de tapar las acusaciones o desacreditar a las denunciantes.
“Al final de mi mandato, termine cuando termine, nadie describirá mi Administración como un ambiente de trabajo tóxico”, garantizó hoy la próxima gobernadora, demócrata como Cuomo.
EL FIN DE UNA ERA
Presionado por sus compañeros de partido y amenazado con un juicio político, Cuomo anunció el martes su dimisión, aunque negó una vez más las acusaciones de acoso, que atribuyó a “cambios generacionales y culturales” a los que no supo adaptarse.
“Asumo toda la responsabilidad por mis acciones (…). En mi mente nunca he cruzado una línea con nadie, pero no me di cuenta de cómo se han redibujado las líneas”, dijo el político de 63 años, que aseguró que sus abrazos o besos eran siempre “amistosos”.
La caída de Cuomo, que acumulaba una década al frente del Gobierno estatal, pone fin a toda una era en la política neoyorquina, marcada por su omnipresente figura, que no había hecho más que agrandarse durante la crisis de la covid-19.
Un político hábil y con experiencia desde la cuna -su padre también fue gobernador-, Cuomo disparó su popularidad en los primeros compases de la pandemia, pero había perdido casi todos sus apoyos tras salir a la luz las denuncias de acoso en su contra.
Así, su dimisión ha supuesto un alivio para el Partido Demócrata, donde muchos temían que el gobernador tratase de defenderse hasta el final y complicase el dominio político en el estado, donde los progresistas controlan tanto el Ejecutivo como las dos cámaras legislativas.
Las principales figuras demócratas de Nueva York -desde la fiscal general, Letitia James, al líder del Senado federal, Chuck Schumer,- han dado por ello la bienvenida a su decisión y se han apresurado a respaldar a Hochul.
EL “IMPEACHMENT”, AÚN POSIBLE
Tras la renuncia de Cuomo, los legisladores neoyorquinos deben decidir ahora si quieren o no seguir adelante con el posible juicio político que estaban preparando.
Varios republicanos y también algunos demócratas de la Asamblea estatal se han mostrado ya a favor de continuar con él, subrayando que, más allá de la dimisión, el gobernador aún debe rendir cuentas por sus acciones.
El objetivo declarado de varios de ellos es que Cuomo no pueda volver a ocupar cargos en el estado, aunque algunos defienden también la importancia de este proceso de “impeachment” para que se esclarezcan otras cuestiones que estaban incluidas en la investigación sobre el gobernador, entre ellas su polémica gestión de las residencias de ancianos tras el estallido de la pandemia.
Por ahora, el asambleísta Charles Lavine, que dirige el comité encargado del proceso, ha dejado la puerta abierta a continuar con él y la cuestión se discutirá en las próximas reuniones del órgano.
INVESTIGACIONES PENALES
Cuomo, además, se enfrenta todavía a posibles investigaciones penales por los supuestos casos de acoso sexual, pues los fiscales de cinco distritos del estado han pedido información a la Fiscalía General sobre presuntos incidentes recogidos en su informe ocurridos en sus respectivas jurisdicciones.
Las autoridades de Albany, sede de la capital estatal, ya han confirmado que la dimisión de Cuomo no frenará sus pesquisas sobre la denuncia de una mujer, una ayudante del gobernador que alega que el pasado noviembre el político le tocó el pecho en su residencia oficial.