Washington, 22 feb (EFE).- El expresidente estadounidense Donald Trump hizo campaña este miércoles con su visita a la zona afectada por el derrame de productos tóxicos tras el descarrilamiento de un tren en la localidad de East Palestine, Ohio.
El tren, de unos cincuenta vagones, transportaba material tóxico en once de ellos y descarrilló el pasado 3 de febrero a su paso por East Palestine, un pueblo de menos de 5,000 habitantes a sesenta kilómetros de la ciudad industrial de Pittsburgh y cercano a la frontera de Ohio con Pensilvania.
Trump lleva días criticando la gestión del gobierno que preside Joe Biden con respecto al descarrilamiento y ha acusado a la Administración demócrata de abandonar a los residentes de esta zona de Ohio, uno de los estados clave en cualquier elección presidencial.
Durante su visita, el expresidente criticó a actual mandatario por viajar a Ucrania y Polonia con motivo del primer año de guerra sin antes visitar el lugar afectado, que recibirá este jueves -casi tres semanas después del incidente- la primera representación gubernamental, al secretario de Trasporte, Pete Buttigieg.
El expresidente y candidato a las primarias republicanas para volver a la Casa Blanca ha aprovechado la polémica que rodea a este descarrilamiento para hacer campaña, en un momento marcado por las teorías conspiranoicas sobre el accidente extendidas por grupos de ultraderecha en las redes sociales.
No obstante, cuando él presidía el país, su gobierno aprobó la eliminación de regulaciones sobre seguridad ferroviaria y sustancias químicas peligrosas.
Así, el gobierno de Trump retiró una propuesta del expresidente Barack Obama (2009-2017) para exigir frenos más rápidos en los trenes que transportan materiales altamente inflamables, pensada para prevenir descarrilamientos y explosiones cerca de las comunidades.
Además, puso fin a las auditorías periódicas de seguridad ferroviaria y paralizó una norma pendiente que exigía que los trenes de mercancías tuvieran al menos dos tripulantes.
Por otro lado, eligió a un negacionista del cambio climático, Scott Pruitt, para liderar la agencia medioambiental de Estados Unidos durante su mandato. Y retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, porque temía que seguir sus reglas supusiera perder competitividad económica ante países como China.