San Francisco, 12 ago (EFE News).- Los esfuerzos de extinción del mayor de los incendios activos en California permanecen estancados a causa de las condiciones climáticas adversas, pese a que más de 6.000 bomberos se encuentran luchando contra las llamas.
El incendio Dixie, que se desarrolla desde el pasado 14 de julio una zona montañosa cercana al Parque Nacional Lassen en el noreste californiano, está contenido únicamente en un 30 %, una cifra que no se ha movido en más de 24 horas.
Los elementos que más están dificultando las tareas de extinción son las altas temperaturas (incluso por la noche, cuando no bajan de los 18 grados), la poca humedad en la zona y los fuertes vientos, según el último informe del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
MÁS DE 220.000 HECTÁREAS QUEMADAS
En las cuatro semanas que lleva activo, Dixie, bautizado así por el nombre de la carretera de montaña junto a la que se inició, ya ha arrasado 223.000 hectáreas en los condados de Plumas, Butte, Lassen y Tehama.
Se trata del segundo incendio más grande jamás registrado en la historia del estado, únicamente superado por el August Complex del año pasado, aunque este fue el resultado de 38 fuegos distintos en la misma zona.
Pese a encontrarse a unos 400 kilómetros de distancia de las llamas, las autoridades del área de la Bahía de San Francisco emitieron este jueves una alerta por potencial mala calidad del aire, ya que se prevé que los vientos en dirección suroeste puedan transportar grandes cantidades de humo a la zona.
SAN FRANCISCO ALERTA ANTE LA LLEGADA DE HUMO
“Si se huele humo, es importante que los residentes eviten exponerse al exterior. Si es posible, quédense en interiores con las ventanas y puertas cerradas”, recomendó la Oficina de Gestión de la Calidad del Aire del Área de la Bahía.
De acuerdo con los datos actualizados de Cal Fire, el fuego ha carbonizado más de 1.100 construcciones humanas, de las que casi 600 son casas; 131 son locales comerciales y el resto se consideran “estructuras menores”, como torres de vigilancia, cobertizos, etc.
Pese a sus grandes dimensiones y su capacidad destructora (Dixie es el decimoquinto incendio que más construcciones ha arrasado en la historia reciente del estado), por el momento no hay que lamentar víctimas mortales.
La semana pasada, Dixie prácticamente arrasó por completo Greenville, una pequeña población de algo más de mil habitantes ubicada en el condado de Plumas.
LA INVESTIGACIÓN SIGUE ABIERTA
La investigación sobre la causa del incendio todavía sigue abierta y la principal hipótesis con la que se trabaja es la de un fallo en la red eléctrica.
La documentación entregada a la Comisión Pública de Suministros de California indica que un operario de la compañía PG&E se encontraba reparando un problema en una línea eléctrica cuando observó que los fusibles en mal estado en lo alto de una torre habían desencadenado un fuego en el sotobosque.
PG&E (como se conoce popularmente a Pacific Gas & Electric) es la mayor empresa proveedora de electricidad en EE.UU., y suministra energía a prácticamente la totalidad de la población del centro y el norte de California.
El fuego trae los peores recuerdos a los vecinos de la cercana Paradise, una ciudad que fue arrasada en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas y que también se inició por un fallo en una línea de PG&E.
Las altas temperaturas y la falta de lluvia en los últimos meses han adelantado significativamente la temporada de incendios este año en California, que normalmente es entre septiembre y noviembre, pero que en 2021 empezó ya en junio.