Washington, 4 jun (EFE).- La planta de producción que Abbott, el principal fabricante de leche de fórmula para bebés en Estados Unidos, mantiene en Sturgis (Michigan), se ha reactivado después de un cierre de varios meses que ha agravado los problemas de escasez del producto en el país, anunció este sábado la compañía.
Abbott ya anunció el pasado mes de mayo que había llegado a un acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para reabrir cuanto antes la fábrica de Michigan, que fue cerrada después de que al menos cuatro bebés sufrieran una infección bacteriana y dos de ellos fallecieran tras consumir leche producida en la planta.
La FDA halló problemas de salubridad en el lugar, por lo que la fábrica de Abbott en Michigan tuvo que cerrar en febrero y la compañía retiró varios de sus productos del mercado.
Desde entonces, los problemas de suministro han provocado que muchos padres no consigan encontrar fórmula para lactantes en los supermercados del país, un asunto que se ha convertido en arma arrojadiza entre republicanos y demócratas.
Abbott explicó en un comunicado que priorizará la producción de leche en polvo para bebés con problemas de alergias alimentarias y de digestión, para quienes existen pocas alternativas nutricionales.
La reapertura de la planta es una de las medidas que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a tomar ante la escasez del producto.
A mediados de mayo, Biden autorizó al Departamento de Defensa a usar los contratos que tiene con aerolíneas comerciales para importar la leche en polvo desde cualquier lugar del mundo.
El presidente invocó además una ley que data de la Guerra Fría para acelerar la producción de ese alimento lácteo en Estados Unidos.
Los más afectados son los niños con alergias alimentarias o problemas digestivos, ya que Abbott es la única compañía que produce fórmula específicamente diseñada para estos casos.
En Estados Unidos, 4 compañías producen alrededor del 90 % de la leche en polvo para lactantes, lo que ha agravado una escasez provocada, en parte, por los problemas de suministro global ocasionados por la pandemia de covid-19.
A pesar de la reapertura de la planta de Michigan, las autoridades ya han avisado de que todavía tendrán que pasar unos dos meses antes de que el suministro de fórmula para lactantes vuelva a su nivel habitual.