Tijuana (México), 16 mar (EFE).- El puerto fronterizo de San Ysidro en la ciudad mexicana de Tijuana, frontera con Estados Unidos, se ha convertido en un campamento de refugiados rusos y ucranianos, a los que se les han sumado algunos bielorrusos, comprobó Efe este miércoles, en un recorrido por la zona.
Los migrantes han llegado a México huyendo del conflicto Rusia-Ucrania que inició el pasado 24 de febrero.
Autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP en inglés) les han negado la entrada para las solicitudes de asilo, en especial a los de Rusia y Bielorrusia, esto bajo el argumento del Título 42 que por razones de salud pública permite expulsar a los solicitantes de asilo o simplemente no permitirles la entrada a suelo estadunidense.
Este día en las inmediaciones del puerto fronterizo se pudo observar a un grupo de aproximadamente 20 personas, entre ellos la mitad menores, quienes postrados en una especie de campamento con sus pertenencias en el piso estaban a la espera de saber si podrían ingresar a EE.UU.
Según informes de los vecinos, la mayoría de las personas tiene al menos más de 24 horas en el lugar.
Un migrante, quien se identificó como Antonio para preservar su identidad, relató a Efe que llegó a Tijuana hace dos días, los mismos que lleva en el campamento luego de salir de su natal San Petersburgo.
Además lamentó que les estén impidiendo la solicitud de asilo en EE.UU. porque dice que es un “perseguido político”, debido a que huyó por las presiones que el Gobierno de Rusia está ejerciendo sobre la población, obligándolos a no emitir ningún comentario o postura política sobre la guerra.
El migrante, que salio de Rusia junto con su esposa, reconoció que “es muy peligroso estar ahí (en su país)” debido a que participaba en las protestas y manifestaciones en contra de la guerra y le llegaron avisos de que la policía local lo estaba buscando, por lo que mejor decidió salir ante la censura y represión federal que se ha dado en su país.
El delegado del Gobierno mexicano en el estado de Baja California, Alejandro Ruiz Uribe, informó que en el caso de las personas ucranianas “el proceso de asilo humanitario es prácticamente pase directo a Estados Unidos”, sin embargo, confirmó que el caso de los rusos la situación es muy diferente, pues a ellos “se les está negando la entrada”.
Sobre esta problemática la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, señaló que su gobierno está abierto “a recibir a quienes vienen huyendo de la guerra, particularmente a las familias que vienen de Rusia y Ucrania”, a quienes se les han ofrecido los albergues de la ciudad de Tijuana.
Recalcó que han sido pocos los que han requerido de estos espacios debido a que vienen con sus propios recursos y han optado por quedarse en hoteles y a quienes no han logrado cruzar hacia Estados Unidos se les extendió la invitación para acudir a los albergues.
De acuerdo con las cifras del gobierno mexicano, en las últimas tres semanas a la ciudad fronteriza de Tijuana han llegado aproximadamente 310 personas de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, la mayoría de ellas por vía aérea y terrestres desde las ciudades de Cancún y Ciudad de México.