Ottawa, 9 feb (EFE).- La protesta del movimiento antivacunas que desde el 29 de enero bloquea el centro de Ottawa sigue creciendo con la aparición en las últimas horas de nuevos campamentos en la capital canadiense mientras otro grupo mantiene el bloqueo de una de las principales arterias económicas del país.
El bloqueo del puente Ambassador, el principal punto de conexión comercial entre Canadá y Estados Unidos, que mantienen por tercer día consecutivo otro grupo de camioneros en la localidad de Windsor, a unos 750 kilómetros al suroeste de Ottawa, está provocando graves problemas al transporte de mercancías.
Drews Dilkens, alcalde de Windsor, que hace frontera con la ciudad estadounidense de Detroit, declaró este miércoles que entre 50 y 75 camiones pesados y un centenar de manifestantes bloquean el acceso al puente por el que diariamente transitan miles de vehículos, en su mayoría camiones de mercancías.
Las autoridades de Windsor han solicitado hasta 100 agentes de refuerzo de otras fuerzas policiales, como la Policía Montada o de otros municipios cercanos, para intentar disolver la protesta.
Durante una rueda de prensa celebrada este miércoles, Dilkens admitió la impotencia de las fuerzas policiales de Windsor al declarar que muchos de los manifestantes que bloquean el puente “están dispuestos a morir” por la causa en la que creen.
Dilkens añadió que, ante esa actitud, la situación puede ser “muy peligrosa para la Policía” y el público en general.
En Ottawa, las autoridades expresaron sentimientos similares de frustración e impotencia tras 12 días de ocupación del centro de la ciudad por integrantes del llamado “Convoy de la libertad” que el pasado 29 de enero atrajo a la capital canadiense miles de camiones y entre 10.000 y 15.000 manifestantes.
El alcalde de Ottawa, Jim Watson, y otros altos funcionarios revelaron este miércoles que a pesar de los intentos de las autoridades de echar a las personas que ocupan los alrededores del Parlamento, los manifestantes han creado nuevos campamentos en otras partes de la ciudad desde los que se proporcionan suministros a los camiones que rodean el Parlamento.
Durante una reunión hoy del consejo municipal de Ottawa, los responsables de la ciudad reconocieron que no tenían la capacidad para evitar la llegada de nuevos manifestantes aunque estaban tomando medidas para intentar disuadirlos, como el incremento del costo de las multas por violaciones de las ordenanzas municipales.
Las autoridades canadienses a todos los niveles se han visto sorprendidas por el nivel de organización y la determinación de los manifestantes antivacunas, y grupos radicales que les están prestando apoyo.
Watson dijo a Efe durante una rueda de prensa que “por un lado vemos organización, pero también desorganización. Algunas de las ruedas de prensa que hemos visto parecen ser de un espectáculo de Monty Python”.
El alcalde de Ottawa explicó que los manifestantes quieren sentarse a negociar con la gobernadora general del país, Mary Simon, que ejerce las labores de jefa de Estado, o con líderes de partidos políticos nacionales, por lo que considera que “viven en un universo paralelo. No tiene ningún sentido y se están poniendo en ridículo”.
Pero los organizadores de la protesta de momento no están dispuestos a abandonar y sacar del centro de Ottawa los más de 400 camiones que han colocado alrededor del Parlamento.
Anoche, uno de los líderes proclamados de la protesta, Chris Barber, colgó un video en internet en el que se reía de las acciones de las autoridades para intentar echarles de Ottawa y anunciaba que estaban dispuestos a abandonar la capital canadiense y dirigirse con sus camiones a Toronto.
Horas después reconoció que todo era una broma para confundir a las autoridades y que no se piensan mover de donde están.
De momento, las autoridades de Ottawa confían que el aumento de las multas por violaciones como el encendido de fogatas que los manifestantes encienden por las noches para calentarse o mantener sus vehículos en marcha durante horas, empiecen a hacer efecto en su moral.
También este miércoles, la Policía de Ottawa insinuó que aquellos manifestantes que están en la protesta con sus hijos podrían perder la custodia de los menores horas después de que el jefe de Policía, Peter Sloly, dijese que una de las razones por las que sus agentes no se han empleado a fondo es la presencia en el bloqueo de unos 100 niños.
Hoy, la Policía de Ottawa anunció que trabajará con agencias responsables de velar por el bienestar infantil tras tener conocimiento de “preocupaciones” sobre el bienestar de los menores.
Pero una de las concejalas de Ottawa advirtió que cualquier acción sobre los niños de los manifestantes podría ser contraproducente y causar un agravamiento del conflicto.
Por eso Watson dijo durante la rueda de prensa a preguntas de Efe que “va a ser un fin negociado o un fin a la fuerza. No hay muchas opciones”.