Nueva York, 15 jun (EFE).- Muchos inmigrantes en Nueva York viven con inseguridad alimentaria y han reducido su gasto en comida o bienes esenciales en el último año para cubrir el coste de los servicios de salud, según un estudio publicado este miércoles.
El Centro para Estudios Migratorios de Nueva York publicó un documento que estudia seis barrios en los distritos de Brooklyn y Queens, donde los inmigrantes tienen más riesgo de padecer problemas de salud, para averiguar las causas, incluyendo una encuesta a casi 500 de sus residentes.
La organización indicó que un 37 % de los inmigrantes encuestados necesitaron servicios de salud en el último año pero no los recibieron, y las tres razones más comunes fueron que no tenían seguro médico, no podían permitírselo o no podían tomar tiempo libre frente a sus responsabilidades.
Otro de los datos notables del informe es que cerca de un 25 % de los inmigrantes en la muestra declararon vivir con inseguridad alimentaria, y un 29 % aseguraron haber reducido sus gastos esenciales para pagarse los servicios de salud en el último año.
También se desprendió la diferencia de percepción entre los proveedores médicos que trabajan con inmigrantes y los propios inmigrantes sobre las barreras que les impiden acceder a esos servicios.
Mientras que los proveedores médicos indicaron con más frecuencia que se trata de una barrera lingüística y cultural, algo reportado también por los propios inmigrantes, estos indicaron estar más preocupados por el coste y haber sufrido discriminación por cuestión de raza y nacionalidad.
La organización señaló que muchos programas de servicios médicos y sociales de la ciudad están abiertos a todos los residentes, independientemente de su estatus legal, pero reconoció que los inmigrantes siguen enfrentando obstáculos económicos y son excluidos de algunos seguros.
El documento señala también que solo un 29 % de los encuestados sin seguro había oído hablar de NYC Care, un programa público que ofrece servicios médicos con bajo coste o gratuitos para quienes no reúnen los requisitos o no pueden permitirse un seguro, por lo que anima a las autoridades a mejorar su comunicación.