San Juan, 27 sep (EFE News).- El sistema eléctrico de Puerto Rico volvió a dar muestras de su fragilidad con una sucesión de averías de toda índole que han dejado a más de 100.000 sin personas sin servicio, mientras la posible subida de tarifas amenaza el bolsillo de los abonados y potenciales tormentas se acercan a la región.
El director ejecutivo de la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE), Efran Paredes, tuvo que salir este lunes a escena para tratar de explicar por qué, de nuevo, han vuelto las cada vez más frecuentes averías.
Las averías se producen por distintos motivos, ninguno relacionado con los sistemas atmosféricos que se mueven por la región, que podrían justificar daños a una infraestructura eléctrica de nuevo cuestionada.
La prensa de la isla destaca en sus portadas cómo la falta de un servicio de garantías deja, una vez más, a la población sin luz en la época del año con temperaturas más altas, mientras ni la estatal AEE ni Luma, empresa que opera el sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica, dan respuestas convincentes.
Paredes señaló que para mañana esperan reparar una rotura en la central de Palo Seco y que otra avería en la central Aguirre, en el municipio de Guayama, pueda estar reparada el miércoles.
Las averías provocaron que el domingo que cerca de 150.000 clientes se quedaran sin servicio, cifra que hoy bajó a 124.000 abonados.
Paredes indicó que la llegada de grandes cantidades de algas sargazo a las costas de la isla provocaron que quedaran obstruidas las tuberías que recogen agua para provocar el efecto de enfriamiento en las centrales, lo que ocasionó una avería en la Unidad 1 de Aguirre.
La unidad 2 de Aguirre también sufrió problemas debido al sargazo, lo que limitó la generación a 120 megavatios, aunque se espera que esta noche se alcancen los 180 megavatios.
Las unidades 3 y 4 de Palo Seco también sufrieron problemas con el sargazo, pero se pudieron limpiar durante el fin de semana.
La unidad 3 en Palo Seco, sin embargo, sufrió una rotura de la caldera hoy, según detalló el director de generación de la AEE, William Ríos.
Toda esta concatenación de problemas es la causa de que la AEE diera a conocer que hay problemas de generación de electricidad que tendrán como consecuencia apagones selectivos que podrían prolongarse hasta la noche del martes.
Las explicaciones de Paredes no convencieron a todos, ya que el directivo, para justificar los problemas, aseguró que la AEE no tiene el control del sargazo.
Los constantes problemas a los que se enfrentan la AEE y Luma provocaron que el gobernador, Pedro Pierluisi, señalara que buscará que el Departamento de Energía de Estados Unidos provea apoyo técnico en el proceso de transformación del sistema eléctrico local.
Pierluisi adelantó que el objetivo es facilitar el cambio a la utilización de energía renovable y la mejora en las plantas generadoras.
Dijo que había contactado para abordar el asunto con la asesora del Gobierno de EE.UU. para el cambio climático, Gina McCarthy.
El gobernador señaló que Puerto Rico necesitará el apoyo del Departamento de Energía de Estados Unidos para avanzar hacia un sistema basado en la energía renovable.
Sostuvo que es importante mejorar las plantas generadoras de la AEE porque entiende que son las que están provocando los apagones.
Prensa y analistas han subrayado que todos estos problemas se producen sin que el sistema eléctrico se haya visto afectado en ningún momento por los fenómenos meteorológicos que se mueven hacia la región, incluido el huracán Sam, que según las previsiones no afectará a la isla caribeña de forma directa.
El deficiente servicio prestado a los abonados, con constantes cortes de la electricidad, se ve acompañado de la amenaza de subida de tarifas.
Luma Energy, actuando en nombre de la AEE, presentó una solicitud de ajuste de tarifa al Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) el pasado 13 de agosto, según la compañía debido principalmente a costos relacionados a la generación de energía.