Washington, 23 feb (EFE).- Un hombre de 49 años que trabajó como capellán en una prisión federal estadounidense se declaró culpable este miércoles de haber abusado sexualmente de una reclusa, según anunció el Departamento de Justicia.
El acusado, James Theodore Highhouse, se enfrenta a una pena máxima de hasta 39 años de cárcel por varios cargos de abuso sexual y por haber mentido a los agentes federales que investigaron el caso.
Según las autoridades, como capellán de una prisión de mujeres en California, Highhouse se reunía de forma habitual con presas, tanto en grupo como en sesiones individuales, para darles consejo espiritual y liderar servicios religiosos.
Así fue cómo entró en contacto con la víctima, con la que se vio en varias ocasiones en su oficina y de la que abusó sexualmente, según admitió el acusado.
Tras recibir una denuncia, las autoridades abrieron una investigación, un proceso en el que Highhouse mintió repetidamente a los agentes del FBI encargados del caso, algo que también reconoció en el acuerdo con los fiscales anunciado hoy.
“Cualquier agente de seguridad que explote su autoridad y puesto como consejero espiritual, en especial abusando sexualmente de una reclusa bajo su custodia, tiene que rendir cuentas por sus acciones”, señaló en un comunicado Kristen Clarke, directora de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia.