Washington, 12 oct (EFE).- Con la aprobación definitiva de una iniciativa en el Congreso, Estados Unidos evitó este martes incurrir en un impago de la deuda nacional a partir del 18 de octubre, cuando iba a quedarse sin fondos, pero tendrá que volver a debatir sobre este problema antes de diciembre.
El tema del endeudamiento se había convertido en las últimas semanas en una novela de suspense en Washington, donde los desacuerdos entre demócratas y republicanos habían colocado al país al borde del precipicio de la suspensión de pagos por primera vez en su historia.
Este martes, sin embargo, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, logró aprobar un proyecto de ley que eleva el techo de endeudamiento por valor de 480.000 millones de dólares, una cantidad que permitirá al país pagar hasta el 3 de diciembre las deudas que tiene pendientes.
La iniciativa fue aprobada con 219 votos a favor y 206 en contra, y ahora será enviada a la Casa Blanca para que el presidente estadounidense, Joe Biden, la firme y se convierta en ley.
JUGAR A LA “RULETA RUSA” CON LA ECONOMÍA
Antes de que la propuesta recibiera luz verde, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, había acusado con sorna al líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, de haber estado jugando durante semanas “a la ruleta rusa” con la economía estadounidense.
“¿Qué tienen ustedes contra nuestra propia economía?”, reprochó Pelosi a los republicanos.
“Esta catástrofe contra nuestros trabajadores podría tener un impacto de más de cien años. ¿Es que eso no les importa? ¿Y la economía mundial? -añadió-. Los mercados globales de crédito congelados, los mercados bursátiles en caída y empresas de todo el mundo despidiendo a sus empleados”.
Pelosi pintó una imagen lúgubre sobre lo que podría haber ocurrido si el Congreso no hubiera actuado.
Estados Unidos nunca ha tenido que declarar la suspensión de pagos de su deuda nacional, pero estuvo muy cerca en 2011, cuando la mera posibilidad de que eso ocurriera desató el caos en los mercados financieros e hizo que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.
La posibilidad de que EE.UU. se sumiera en una recesión acabó haciendo mella en McConnell, quien la semana pasada dio su brazo a torcer.
En concreto, McConnell decidió renunciar a un mecanismo parlamentario que requiere de una supermayoría para aprobar leyes, lo que permitió que los demócratas aprobaran en solitario la medida en el Senado.
INTRIGA HASTA DICIEMBRE
Se trata en cualquier caso de un parche que no satisface por completo las peticiones de los demócratas y del propio Biden, que querían una solución a largo plazo.
De hecho, los progresistas habían propuesto suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre de 2022 para no tener que hablar sobre ese tema durante la campaña para las elecciones legislativas de noviembre del próximo año, en las que el partido teme perder la estrecha mayoría que tiene en las dos cámaras del Congreso.
Los republicanos, por su parte, ya han avisado de que no volverán a apoyar una suspensión del techo de la deuda.
Por tanto, la cuestión ahora es ver qué harán los demócratas para evitar el impago de la deuda a partir del próximo 3 de diciembre, cuando EE.UU. se quedaría sin dinero para pagar sus facturas.
El 3 de diciembre, además, se acabarán los fondos que aprobó el Congreso en septiembre para evitar un cierre de Gobierno.
Por tanto, el final del año podría ser especialmente agitado en el Congreso, donde los demócratas también están intentando aprobar dos medidas clave para la agenda de Biden: un plan de infraestructuras valorado en 1,2 billones de dólares y un paquete de gasto social de 3,5 billones de dólares, aunque probablemente ese monto acabe reduciéndose.
Con la vista puesta en diciembre, los republicanos quieren vincular el aumento del techo de deuda con el plan de gasto social de Biden y han pedido a los demócratas que aprueben esas dos medidas en solitario usando un mecanismo legislativo llamado “reconciliación”.
Los demócratas ya han expresado su rechazo a esa idea porque no quieren dar a los conservadores más munición para retratarles como el partido que aumenta la deuda de EE.UU., una idea que los conservadores han repetido en múltiples campañas electorales.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional, porque, a diferencia de otros países, el Gobierno estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.