Washington, 7 dic (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos advirtió este martes a China de que adoptará todas las acciones posibles, tanto disuasorias como diplomáticas, para garantizar que China no se anexiona Taiwán por la fuerza.
Así lo apuntó el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan en una rueda de prensa, en respuesta a una pregunta sobre si EE.UU. está preparado para lidiar con una situación en la que China emplee la fuerza para una unificación con Taiwán y Rusia invada Ucrania al mismo tiempo.
“EE.UU. va a tomar todas las acciones posibles, tanto disuasorias como diplomáticas, para garantizar que el escenario de Taiwán que usted ha descrito no ocurre nunca, y para tratar de evitar y disuadir de la invasión de Ucrania”, dijo Sullivan.
En ese sentido, subrayó que “la suma total de los esfuerzos” que Washington ha emprendido en los últimos ocho meses en la región del Indopacífico están encaminados a evitar “cualquier situación” hacia la que China opte por dirigirse respecto a Taiwan.
El asesor de seguridad nacional pronunció estas palabras tras una cumbre virtual de casi dos horas entre el presidente de EE.UU., Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, ante la escalada militar rusa en la frontera con Ucrania.
Taiwán se gobierna de manera autónoma desde 1949, cuando los comunistas derrotaron a los nacionalistas en la guerra civil y estos últimos se replegaron a la isla, continuando con un régimen dictatorial hasta la culminación de la transición a la democracia en los años 1990.
En todo este tiempo, la isla ha mantenido el nombre de República de China y la simbología bajo la que los nacionalistas chinos gobernaron también el territorio de la actual República Popular antes de su derrota en la guerra civil, aunque con la democracia surgieron voces que apuestan por romper con ese pasado y declarar formalmente la independencia bajo el nombre de Taiwán.
En 1979, Washington rompió sus relaciones diplomáticas oficiales con Taipéi en favor de Pekín, aunque siguió manteniendo lazos con Taiwán a través de su embajada ‘de facto’ en la isla, llamada Instituto Estadounidense en Taiwán.
De hecho, ese mismo año EE. UU. aprobó la denominada Acta de Relaciones con Taiwán, en el que se establece que Washington ayudará a Taipéi en materia de defensa.
A mediados de noviembre, Biden tuvo una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en la que reiteró el compromiso de EE.UU. con la política de “una sola China”, aunque precisó que también se guiará por la Ley de Relaciones con Taiwán.
Esta cuestión ha generado numerosas fricciones entre ambas potencias, a lo que hay que sumar las recientes maniobras militares chinas cerca de la isla o el respaldo de Washington a una participación “robusta” de Taiwán en organismos internacionales.