Miami, 31 may (EFE).- Este miércoles comienza de forma oficial una nueva temporada de huracanes en el Atlántico que, según los pronósticos, por séptimo año consecutivo podría tener una actividad por encima del promedio, y ello sirve a los expertos para reiterar su llamada a implementar medidas que reduzca los efectos del cambio climático.
Según la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por su sigla en inglés), este año las comunidades costeras de Estados Unidos pueden ver “un número significativo” de inundaciones a causa de las marejadas que suele causar un ciclón tropical, los cuales cada año son más potentes y frecuentes a causa del cambio climático.
“Los científicos climáticos comunican que hay un nivel de calentamiento global en el que ya estamos encaminados irremediablemente por lo menos hasta mitad de siglo, ello por las emisiones ya atrapadas en la atmósfera que se van a mantener y tendrán impacto”, señaló este martes a Efe Juan Declet-Barreto, científico social senior en vulnerabilidad climática de la UCS.
Este experto alude a un reporte de este año de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU, el cual reflejó que los daños ocasionados por el huracán Ida de 2021 se cifraron en 75.000 millones de dólares, y que en los últimos cinco años los mayores daños en cuanto a fenómenos naturales corren por cuenta de los huracanes e incendios forestales.
“El 98 % de la comunidad científica global sabe que indicadores como la frecuencia, potencia, cantidad de lluvia y probabilidad de que un huracán se intensifique están ligados directamente al cambio climático”, recalcó el experto de esta organización sin fines de lucro de carácter científico.
INUNDACIONES CRÓNICAS
Un estudio de UCS prevé que en las próximas décadas al menos 360 localidades costeras de Estados Unidos, en especial en la costa este, afrontarán “inundaciones crónicas debido al aumento del nivel del mar impulsado principalmente por el cambio climático”.
De ese número, por lo menos 170 podrían sufrir esa condición para el año 2035 y hacia finales de siglo el número aumentaría a 490, que supone prácticamente el 40 % de toda la costa este y del Golfo de México estadounidense.
El análisis de la UCS destaca que de cumplirse los objetivos del Acuerdo de París en cuanto a la reducción de la temperatura global y las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que podría frenar el aumento del nivel del mar, “alrededor de 380 comunidades podrían evitar inundaciones crónicas este siglo”.
Pero de seguir la tendencia actual, otro estudio de esta organización refleja que más de 300.000 viviendas y 14.000 propiedades comerciales de comunidades costeras están bajo riesgo de “inundaciones crónicas” para el año 2045.
Hacia finales de siglo, el número de casas que caen en esta situación aumenta a unos 2,4 millones, equivalente casi al total actual de viviendas de Los Ángeles y Houston, según el mismo estudio de la organización.
LA DÉCADA DEL CLIMA
“Hay que tomar acciones drásticas para reducir las emisiones de carbono” y eso pasa para hacer una transición a una “economía descarbonizada” y al uso de fuentes de energía renovables que aleje a las sociedades de un sistema basado en la extracción y uso de hidrocarburo, recalca Declet-Barreto.
El científico criticó a las corporaciones y políticos que niegan que “el cambio climático es real”, y por ello invocó a la población a “exigir en todos los niveles de Gobierno a que trabajen para reducir las emisiones, y a que inviertan en adaptación para las comunidades más vulnerables”.
Alertó al mismo tiempo que la humanidad está cada vez mas cerca de la llamada “década del clima”, la de 2030, y la última oportunidad para “evitar lo peor del cambio climático”.
“Al problema se le ha dado tantas largas y ahora no tenemos más remedios que cambios drásticos y, por ejemplo, desarrollar tecnologías para desplazar el carbono de la atmósfera”, aseveró el experto.
Agregó que los efectos del cambio climático ha ocasionado que las herramientas creadas por los científicos se están quedando anticuadas y que ahora hacen falta “mejores sistemas de vigilancia”.
La NOAA dio cuenta de sus pronósticos para la temporada de huracanes en el Atlántico que arranca cada 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre. Habrá entre 14 y 21 tormentas con nombre, de ellas entre 6 y 10 con desarrollo como huracanes y de 3 a 6 de estos ciclones de categoría mayor, adelanta.
En otras palabras, otro año de abundantes ciclones en el Caribe, el Golfo de México y el Atlántico occidental, como señaló la pasada semana la agencia federal.
El récord absoluto por ahora lo tiene la temporada de 2020, el año de la pandemia de la covid-19, según los registros del Centro Nacional de Huracanes (CNH) estadounidense, dependiente de NOAA.
Según esa agencia federal, ese año calendario, en términos generales, se registraron en total 22 desastres meteorológicos y climáticos.