Washington, 16 mar (EFE).- La tasa de mortalidad materna aumentó significativamente en Estados Unidos en 2021, en medio de una tendencia al alza en el país, de acuerdo con un informe de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) divulgado este jueves.
El número de mujeres que murieron durante el embarazo o el parto en EE.UU. llegó a 1.205 en 2021, un aumento pronunciado comparado con los años anteriores: 658 en 2018, 754 en 2019 y 861 en 2020.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la mortalidad materna como la muerte de una mujer durante el periodo de gestación o los 42 días posteriores a la terminación del embarazo.
Las cifras del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de Estados Unidos revelaron que la tasa de mortalidad materna en el país en 2021 -año con los datos más recientes- fue de 32,9 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, en comparación con las tasas de 20,1 en 2019 y 23,8 en 2020.
Entre las mujeres negras hubo más del doble de muertes que en las blancas, con una tasa cerca de 70 fallecimientos por cada 100.000 nacidos vivos, lo que supone 2,6 veces la tasa de las mujeres blancas, de 26,6 por cada 100.000.
Los aumentos de 2020 a 2021 para los grupos de origen hispano también fueron significativos, pasando de 18,2 a 28 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.
Los expertos achacan este aumento a la pandemia, que agravó la crisis de la mortalidad materna que vive EE.UU., según señala la cadena CNN.
Asimismo, la tasa de mortalidad en las mujeres mayores de 40 años en 2021 (138,5 por cada 100.000) fue casi siete veces mayor a la de menores de 25 años (20,4), y el incremento de este porcentaje entre 2020 y 2021 también fue considerablemente superior en ese primer segmento de población (de 107,9 a 138,5 por cada 100.000).
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, lamentó esos datos y consideró que “el país más poderoso del mundo no debería aceptar eso como una realidad”.
Además, prometió que el presidente de EE.UU., Joe Biden, seguirá luchando para aumentar el acceso a cuidados sanitarios de las mujeres que están embarazadas y dan a luz, de manera que desciendan esas tasas de mortalidad materna.