Washington, 11 nov (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este jueves a su país no olvidar los sacrificios que hicieron los soldados estadounidenses en Afganistán, más de dos meses después de poner fin a esa guerra con una retirada marcada por el caos.
Con motivo del Día de los Veteranos, festivo en Estados Unidos, Biden dio un discurso en el cementerio nacional de Arlington (Virginia), a las afueras de Washington, donde están enterrados miles de fallecidos en las guerras donde ha combatido Estados Unidos.
“Durante dos décadas, los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses, sus familias y los excombatientes han estado marcados por los conflictos en Irak y Afganistán”, subrayó Biden.
El mandatario recordó que “cientos de miles” de soldados estadounidenses participaron en esas guerras desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, y recordó que, aunque esas contiendas se hayan cerrado, EE.UU. todavía tiene a “muchos” militares desplegados en distintas misiones en todo el mundo.
“No podemos olvidarlo”, insistió.
Biden recordó que la suya es también una familia militar, porque su hijo Beau, fallecido en 2015 por un cáncer cerebral, combatió antes en Irak; y recordó que una vez le dijo que “alguien tenía que acabar con estas guerras”.
“(Los excombatientes) son la columna vertebral de Estados Unidos”, subrayó.
La Casa Blanca anunció además este jueves una iniciativa para tratar de entender y tratar mejor los problemas pulmonares que desarrollan algunos excombatientes al regresar a Estados Unidos, y que se cree que pueden estar relacionadas con su exposición a ambientes tóxicos en los terrenos de combate.
El Gobierno de Biden prometió facilitar que los excombatientes presenten quejas o solicitudes de atención basadas en sus síntomas, además de recopilar más datos sobre las personas que tienen esos problemas.
El Día de los Veteranos es un festivo federal en Estados Unidos y se celebra cada 11 de noviembre, la efeméride del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial en 1918.