Nueva York, 24 abr (EFE).- El expresidente de EE.UU. Donald Trump afronta a un segundo frente judicial, en este caso por un caso de difamación relacionado con una presunta violación a la escritora E. Jean Carroll, que comenzará este martes con la selección del jurado.
Es improbable que Trump asista al juicio: el juez Lewis A. Kaplan ha dejado a Trump (76 años) y a Carroll (79) la decisión sobre si acudir o no, y mientras que los abogados de la denunciante han anunciado que ella piensa asistir a todas las sesiones, los del expresidente escribieron la pasada semana a Kaplan anunciándole que “no desea comparecer en el juicio”.
Alegaron las “cargas logísticas y financieras” que el desplazamiento de Trump causará a la ciudad contando solo el despliegue del servicio secreto que requeriría su presencia desde muchas horas antes de cada intervención suya.
Pero, además, Trump ha anunciado un acto electoral el próximo jueves por la tarde en New Hampshire, como parte de la precampaña por las presidenciales de 2024, en las que el expresidente parte como claro favorito entre los aspirantes republicanos.
El diario The New York Times señala que el juicio en la corte del Distrito Federal de Manhattan no será muy largo, y podría durar entre una y dos semanas.
Por lo pronto, el juez Kaplan ha decidido que el jurado que se selecciona mañana permanezca en el anonimato, incluso para los abogados de las partes, ante la posibilidad de que sufran algún tipo de acoso o ataque por parte de los seguidores de Trump.
LA VISTA SERÁ POR DOS CARGOS: VIOLACIÓN MÁS DIFAMACIÓN
El juicio, que se abre veinte días después del primer frente judicial de Trump -por el pago indebido a la actriz porno Stormy Daniels para silenciar una relación sexual extramarital- se celebra por la vía civil y responde a dos acusaciones distintas: una presunta violación a Carroll por parte de Trump a mediados de los años noventa, más otra por difamación por los mismos hechos.
Carroll denunció en 2019, cuando Trump aún era presidente, que 25 años atrás el entonces empresario la acorraló en un probador de unos grandes almacenes de Nueva York y la violó, hechos que relató a dos amigas -llamadas a testificar en el caso- pero que no denunció ante la policía.
Al dar a conocer la denuncia, Trump la descalificó diciendo que ella no era su “tipo”, que todo aquello era “una broma y una mentira” y que lo que ella buscaba era fama gratuita para promocionar un libro, entre otras afirmaciones que motivaron la denuncia de Carroll por difamación.
Aunque en 2019 un caso de violación tan antiguo había prescrito, tres años después el estado de Nueva York abrió una ventana legal de un año para poder denunciar delitos sexuales antiguos.
Así pues, el jurado y el juez considerarán por separado los dos cargos y las condenas, en caso de haberlas, serán separadas.
El equipo jurídico de Trump ha tratado de dilatar la apertura del nuevo caso presentando varios requerimientos al juez Kaplan, el último de ellos alegando que se necesita un periodo de “calma” para poder elegir objetivamente al jurado, pero el juez ha frenado todos esos intentos.