Washington, 2 feb (EFE).- Legisladores hispanos de Connecticut buscan prohibir el uso del término “latinx” por parte de todas las agencias y empleados de gobierno estatal, como lo hizo a comienzos de este año el estado de Arkansas.
El demócrata Geraldo Reyes presentó un proyecto de ley en ese sentido, respaldado por sus colegas Christopher Rosario, Juan Candelaria, Robert Sánchez y Minnie González.
Los legisladores proponen una enmienda de los estatutos generales “para prohibir que cualquier agencia del estado, empleado del estado o a nombre de una agencia estatal se use el término ‘Latinx’ en cualquier comunicación oficial o formularios de la agencia estatal”.
Este año, la gobernadora republicana de Arkansas, Sarah Huckabee, prohibió por decreto el uso del término “latinx” apenas asumió el cargo.
Latinx es un neologismo estadounidense que pretende ser neutral en lo que respecta al género y que, desde su aparición alrededor de 2004 en internet, se ha hecho común entre progresistas.
La palabra es de pronunciación extraña para los hispanohablantes, y en años recientes otro invento lingüístico estadounidense es el término “latiné” y su plural “latinés”.
En Estados Unidos hay más de 62.2 millones de personas que se definen como “latinas” o “hispanas”, aunque la mayoría de las que han llegado recientemente poco usan esa etiqueta y se describen por la nacionalidad de su país de origen.
Una encuesta en de Gallup de 2021 encontró que el 23% de los encuestados prefieren describirse como “hispanos”, un 15% como latinos, otro 57% indicó que en realidad no les importa y apenas un 4% prefiere la denominación de “latinx”.
Otra encuesta, realizada un año antes por el Centro Pew, halló que el 76% de los latinos/hispanos jamás había escuchado el término “latinx”, mientras que un 20% no usaba el invento y sólo el 3% de ellos empleaba la palabra.
Pew encontró que entre quienes tenían conocimiento del término “latinx”el 33% lo hallaba aceptable y el 65% consideraba que no debía usarse para describir a la población latina o hispana.