Washington, 4 jul (EFE).- El gobernador de Illinois, el demócrata Jay Robert “J. B.” Pritzker, pidió este lunes que la gente “esté enfadada” por la violencia con armas en Estados Unidos, horas después de que un joven de 22 años matara a seis personas e hiriera a otras 25 en un tiroteo masivo en la localidad de Highland Park.
“Yo estoy furioso. Estoy furioso porque haya más vidas inocentes arrebatadas por la violencia con armas”, dijo Pritzker, quien añadió que a pesar de todo el país “permite que esto siga ocurriendo”.
El gobernador aseguró que ha mantenido una conversación con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien “estuvo de acuerdo con que esta locura debe acabar”.
Pritzker, visiblemente enfadado, defendió que el 4 de julio, Día de la Independencia, es la fecha perfecta para hablar de este tema, ya que la violencia con armas de fuego se ha convertido “en una tradición semanal” en Estados Unidos.
“Nuestros padres fundadores llevaban mosquetes, no fusiles de asalto”, dijo el demócrata para explicar que los redactores de la Constitución estadounidense no podían tener en mente el derecho a comprar este tipo de armas cuando la escribieron.
Las autoridades han identificado al autor del tiroteo, que tuvo lugar esta mañana durante un desfile para celebrar el Día de la Independencia estadounidense, como Robert Crimo, un joven de 22 años “armado y muy peligroso” que se encuentra aún a la fuga.
Aunque todavía no ha trascendido el tipo de arma que usó el atacante -la policía solo se refirió a ella como un “fusil de alto calibre”- en los vídeos del suceso se pueden escuchar ráfagas de disparos interrumpidas por lo que varios testigos consideraron momentos de recarga del arma.
El debate sobre el acceso a las armas de fuego se reactivó a raíz del tiroteo de Uvalde (Texas), donde 19 niños y dos maestras perdieron la vida a manos de un atacante de 18 años armado con un fusil semiautomático que había comprado legalmente, hace poco más de un mes.
El suceso ayudó a que representantes demócratas y republicanos se pusieran de acuerdo para aprobar un paquete de medidas para hacer frente a la violencia con armas en el país, que incluye una revisión del proceso de compra de armas para menores de 21 años, pero no prohíbe los fusiles de asalto, que es una de las principales reclamaciones de los progresistas, incluido Biden.