Ciudad de México, 23 jun (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió este jueves que se investigará “a fondo” el asesinato de dos sacerdotes jesuitas ocurrido el pasado lunes en el municipio de Urique, en el norteño estado de Chihuahua, y ofreció recompensa por el presunto homicida.
“Aun cuando aparecen los cuerpos se va a continuar con la búsqueda de los responsables y se va a hacer investigación a fondo”, precisó el mandatario durante su rueda de prensa matutina desde el Palacio Nacional en Ciudad de México.
López Obrador dijo que se buscará que se conozca toda la verdad en el caso y aseveró que los propios sacerdotes que estaban en la iglesia y sobrevivieron al ataque podrían tener información, lo que “va a ayudar mucho”.
Refirió que, de acuerdo con reportes de la Fiscalía de Chihuahua, la causa de los homicidios habría sido por un equipo de béisbol, del cual el presunto asesino era patrocinador.
“Hay que investigar porque es inaceptable y, además, muy sospechoso el que una persona así llevara una vida tan normal porque, de acuerdo al informe de la Fiscalía del estado de Chihuahua, era patrocinador en un equipo de béisbol, con los antecedentes que tenía y conocido en toda la región con órdenes de aprehensión”, afirmó el mandatario.
Aseguró, asimismo, que se investigará si el delincuente contaba con algún tipo de impunidad y protección.
Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), precisó que Fiscalía de Chihuahua ofrece ya una recompensa de hasta 5 millones de pesos (250.000 dólares) a quien dé información fidedigna del presunto responsable de los homicidios, quien es reconocido como “El Chueco”.
Además, indicó que “se ha alertado a las autoridades federales de migración, no solo de Chihuahua, sino de todas las fronteras del país”.
NO MODIFICARÁ ESTRATEGIA
Al ser cuestionado sobre si los recientes hechos de violencia le podrían llevar a cambiar la estrategia de seguridad en el país, López Obrador fue contundente al asegurar que no lo hará.
“No, al contrario, este es el camino”, zanjó.
Insistió en que la ola de violencia en el país es el resultado de la política de corrupción e impunidad que se implementó desde el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y afirmó que “no se puede arrancar de raíz” el problema que lleva años el cual, dijo, “se propició y alentó” por los vínculos de la delincuencia con las autoridades.
Destacó, además, el mensaje del papa Francisco, quien en su cuenta de Twitter condenó los asesinatos de los sacerdotes.
“Dar respuesta al mensaje del papa Francisco, que aún en situación muy difícil, dolorosa, él escribe un mensaje, lamentando la situación de violencia en México, pero al mismo tiempo subrayando que no es la violencia el camino para conseguir la paz, que la violencia genera más violencia”, dijo.
Los asesinatos de los religiosos han sido condenados por organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México, que destacó que al menos siete sacerdotes han sido asesinados durante la administración de López Obrador.
Estos hechos se enmarcan en una ola de violencia que se vive en México, pues se tiene registro de 33.316 homicidios en lo que va del año, después de los dos años más violentos de su historia, con 34.688 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la percepción de inseguridad de los mexicanos aumentó del 65,8 %, en diciembre de 2021, al 66,2 % en marzo pasado.