Miami, 13 jun (EFE).- El adolescente de 14 años que murió en marzo pasado al salir disparado de una torre de caída libre en un parque de atracciones de Orlando, en el centro de (Florida), pesaba casi 45 kilos por encima del peso permitido para acceder, reveló este lunes la autopsia, informaron medios locales.
Tyre Sampson, natural de Misuri, murió tras precipitarse al vacío el pasado 25 de marzo desde la atracción Orlando Free Fall, una torre de 131 metros de altura con una caída libre de más de 120 km/h ubicada en el ICON Park, del distrito turístico de Orlando.
La autopsia practicada al cadáver reveló que Sampson pesaba 383 libras (173 kilos) y medía algo más de 6 pies (1,83 metros) de altura, cuando el manual de instrucciones y uso del fabricante de la atracción, Funtime Thrill Rides, indica que el máximo peso permitido para subir a esta es de 286 libras (130 kilogramos), recogió el canal local WKMG TV.
El médico forense encontró que el cuerpo del corpulento adolescente presentaba numerosas facturas en el rostro, cráneo, costillas y piernas, además de laceraciones en la cara, estómago brazo y pies.
El reporte de la autopsia señala que se trató de un accidente y que Sampson murió a causa de un “traumatismo por un golpe fuerte”.
La familia del menor demandó en abril pasado al parque (ICON Park) que alquila el espacio; al fabricante, Funtime Thrill Rides, y a la empresa que lo opera, Slingshot Group.
La demanda alega que los operadores de la atracción deberían haber sabido que los ocupantes de esta estaban expuestos a “riesgos excesivamente peligrosos y previsibles que podían resultar en lesiones graves y la muerte”.
La misma demanda señala que la atracción no contaba con cinturones de seguridad y que el fabricante y operador no se aseguraron de hacer visible al público avisos sobre restricciones de peso y altura, entre otros puntos.
En una conferencia de prensa en abril pasado, la comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, Nikki Fried, dijo que el reporte de la investigación concluía que “el sensor de seguridad del asiento se ajustó manualmente” al gran tamaño del chico, lo que permitió que la apertura del arnés fuera casi el doble de lo normal.
Todo parece indicar que el operador de la atracción ajustó manualmente la apertura del arnés y el sensor del asiento para permitir la acomodación del adolescente, según la investigación de la firma de ingeniería Quest Engineering, de Tallahassee (Florida).
Orlando Free Fall tiene capacidad para unas 30 personas, las cuales son transportadas hasta lo más alto de la torre para luego ser soltadas en una caída libre de más de 75 millas por hora (120 km/h), según la descripción en la página web del parque.
Era promocionada como la torre de caída libre más alta del mundo.