Washington, 10 mar (Efe News).- El Senado estatal de Oklahoma (EE.UU.) dio luz verde este jueves a un veto casi total al aborto similar al del vecino Texas, que si entra en vigor prohibiría esa práctica desde alrededor de las 6 semanas de gestación, cuando muchas mujeres no saben que están embarazadas.
La medida debe recibir todavía el visto bueno de la Cámara Baja estatal, pero dado el dominio de los conservadores en el estado, se espera que la ley salga adelante y convierta a Oklahoma en el segundo territorio de EE.UU. donde el aborto es ilegal en casi todos los casos.
Las cuatro clínicas que practican abortos en Oklahoma se están preparando para la posibilidad de que ese veto entre en vigor en abril, dado que el gobernador del estado, el republicano Kevin Stitt, ha dejado claro que firmará cualquier restricción al aborto que llegue a su despacho.
Ese veto afectaría también a las mujeres que viven en Texas, porque desde el pasado septiembre, cuando entró en vigor el veto casi total en ese estado, cientos de personas embarazadas han viajado para abortar a la vecina Oklahoma, cuyas clínicas están saturadas y con largas listas de espera.
“La lucha para proteger el derecho al aborto en nuestro estado ha entrado en un punto de crisis”, dijo en un comunicado la directora ejecutiva en Oklahoma de la organización de derechos civiles ACLU, Tamya Cox-Touré.
El proyecto de ley aprobado por el Senado de Oklahoma, llamado SB 1503, es prácticamente idéntico al de Texas: prohíbe el aborto en cuanto se detecte actividad cardíaca fetal, alrededor de las seis semanas de gestación.
Igual que la de Texas, la propuesta de Oklahoma permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece recompensas de hasta 10.000 dólares al demandante si gana el juicio.
Ese peculiar sistema -que despoja de responsabilidad legal a las autoridades estatales- ha permitido hasta ahora que la ley de Texas siga en vigor, a pesar de que viola abiertamente la decisión judicial de 1973 que legalizó el aborto en todo EE.UU. hasta las 24 semanas, llamada “Roe versus Wade”.
Todo apunta a que la mayoría conservadora en el Tribunal Supremo de EE.UU. restringirá el derecho a abortar en el país en junio o julio, cuando decidirá sobre otra ley de Misisipi que limitaría el aborto a partir de las 15 semanas y que también contradice, por tanto, el precedente de 1973.
Si eso ocurre, se espera que 26 estados de tendencia conservadora restrinjan el aborto, lo que dejará en limbo a millones de pacientes en EE.UU., donde la mayoría de las mujeres que tratan de abortar son pobres y en muchos casos no pueden permitirse viajar a otros estados.
Oklahoma no es el único territorio que ha decidido adelantarse a la sentencia del Supremo y seguir la estela de Texas: el Senado de Idaho ya aprobó la semana pasada otro veto al aborto desde las seis semanas de gestación, que aún debe ser aprobado por la Cámara Baja estatal.
A diferencia de los vetos de Texas y Oklahoma, en los que cualquiera puede presentar demandas, el de Idaho solo permitiría hacerlo a la persona que recibió el aborto, el padre del feto o sus familiares, y las multas mínimas para los médicos que practiquen abortos serían de 20.000 dólares.
La ley de Oklahoma entrará en vigor en cuanto la firme el gobernador, por lo que es posible que se implemente un poco antes que la de Idaho, que requiere esperar 30 días desde su rúbrica.