Indian Wells (EE.UU.).- Paula Badosa se coronó este domingo en Indian Wells tras derrotar a la bielorrusa Victoria Azarenka y se convirtó en la primera tenista española en ganar el torneo considerado como “el quinto Grand Slam”.
En un partido impresionante y cargado de épica y emoción, Badosa venció a Azarenka por 7-6(5), 2-6 y 7-6(2) tras tres horas y 4 minutos del mejor tenis.
Con este brillante triunfo en el desierto californiano, Badosa “vengó” a su compatriota Conchita Martínez, la única española que había disputado el título hasta ahora y que perdió las finales de 1992 y 1996.
Esta era la primera final de un Masters 1.000 para Badosa y supone su segundo triunfo en WTA tras el trofeo que logró en Belgrado este año.
Badosa culminó de este modo un sensacional paso por Indian Wells, donde ha impartido una espléndida lección de tenis sólido y contundente en su primera participación en el cuadro principal del torneo.
Además de superar a Azarenka, exnúmero uno mundial y vencedora de dos Grand Slam, la catalana se impuso esta semana a rivales de la talla de Angelique Kerber (ganadora de tres Grand Slam y también exnúmero 1) o Barbora Krejcikova (número 5 del ránking WTA en la actualidad).
Al margen del prestigio y los 1,2 millones de dólares que se embolsa como ganadora, este Indian Wells marca un antes y un después en la trayectoria de la tenista de 23 años.
Consolidada ya junto a Garbiñe Muguruza como referencia del tenis femenino español, Badosa pasará del puesto 27 del ránking WTA al 13 y acaricia las WTA Finals donde se enfrentarán las ocho mejores tenistas del año.
LA PRESIÓN DE LA VETERANA
Azarenka, de 32 años, metió presión a Badosa desde el inicio.
La bielorrusa ganó su primer saque con facilidad (0-1) y atacó con fiereza el fiable servicio de Badosa, una de las claves de su éxito en Indian Wells.
Quizá algo nerviosa al principio, la española sufrió para llevarse su primer juego al saque -tardó casi 10 minutos- y salvó tres bolas de “break” (1-1).
Como si se hubiera quitado un peso de encima, Badosa pasó al ataque con su potente derecha y fue Azarenka quien tuvo que superar tres bolas de rotura de servicio para conservar el equilibrio en un comienzo muy intenso y disputado (1-2).
Ninguna de las rivales de Badosa en Indian Wells había igualado su gran despliegue físico, firmeza y tenacidad en cada punto.
Pero en la final se encontró a una roca llamada Azarenka, que tiraba tan fuerte como ella y que arriesgaba y peleaba en cada bola.
No perdió la paciencia Badosa, que con extraordinarias defensas que levantaron al público y una espléndida derecha paralela consiguió por fin el primer “break” del partido (4-3).
Sin embargo, Azarenka reaccionó de inmediato y rompió el servicio de Badosa para poner las tablas de nuevo en el marcador (4-4).
Ninguna de las tenistas conseguía imponer su domino con claridad (se intercambiaron otra vez roturas de servicio para el 6-6) así que el primer set se lo embolsaría quien mostrara más acierto en los instantes decisivos.
Fue Badosa, quien en el “tie break” sacó el orgullo ante una Azarenka más imprecisa y quien, tras un larguísimo peloteo, se anotó el primer set por 7-6(5) en una hora y 19 minutos.
CABEZA FRÍA
Muy seria y concentrada, la catalana se señalaba la cabeza nada más ganar el primer set: mantener la calma era crucial tras un exigente y agotador asalto inicial.
Lo fue más aún cuando “Vika” subió las revoluciones de su tenis, rompió dos veces seguidas el saque de Badosa, y tomó una rápida e importante ventaja en el segundo set (0-3).
Badosa le dejó claro a Azarenka que tendría que sudar para reengancharse al duelo, pero la bielorrusa parecía mucho más enchufada y fresca (1-4 tras alternarse “breaks”).
Azarenka remató el segundo set por la vía rápida por 2-6 en poco más de media hora.
El viento soplaba a favor de Azarenka para el desenlace mientras que a Badosa, con problemas en el hombro derecho en los últimos días, parecía pasarle factura el tremendo esfuerzo físico del primer set.
Con casi dos horas de tenis en las piernas bajo el duro sol del desierto californiano, Badosa buscaba sensaciones para cambiar la dinámica de la final.
Las encontró en el resto.
Controlando el ritmo desde el fondo de la pista con golpes profundos e incisivos, Badosa rompió el servicio de Azarenka y levantó el puño con rabia (2-0).
Pero su rival no tiró la toalla y, después de un juego eterno, le devolvió el “break” (2-1).
El tercer set recuperó el tono del primero con las dos tenistas a su mejor nivel y enfrascadas en un afilado juego mental para ver cuál de las dos se rendía antes o sucumbía al cansancio.
Uno de los momentos cruciales llegó con 4-4 y después de dos horas y 41 minutos de partido.
La española falló un par de derechas ganadoras con todo a su favor y eso facilitó la rotura de saque de Azarenka (4-5).
Pero Badosa no se desesperó y, de modo asombroso, le devolvió el “break” a su contrincante cuando esta sacaba para conseguir el título.
Condenada una vez más al “tie break”, Badosa hizo gala de un gran aplomo y serenidad frente a las dudas de Azarenka, y con una fantástica derecha ganadora cantó victoria justo antes de tirarse al suelo para llorar por el primer gran triunfo de su prometedora carrera.