Washington, 30 ago (EFE News).- Estados Unidos puso este lunes punto final a la guerra más larga de su historia con la retirada de sus últimos soldados de Afganistán, casi 20 años después de su despliegue en el país centroasiático.
El encargado de hacer el histórico anuncio fue el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), que supervisa las operaciones de las tropas en el Cuerno de África, Oriente Medio y Asia Central.
“Estoy aquí para anunciar la culminación de nuestra retirada de Afganistán y el fin de la misión para evacuar a ciudadanos estadounidenses, nacionales de terceros países y afganos vulnerables”, dijo el general en una rueda de prensa en el Pentágono, en la que intervino de manera telemática.
El último avión militar estadounidense, un C-17, despegó del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul este lunes a las 15.29 horas de la costa este de EE.UU. (19.29 GMT). Entre sus pasajeros estaba el embajador de EE.UU. en funciones, Ross Wilson.
LA MISIÓN DIPLOMÁTICA CONTINÚA
McKenzie explicó que, pese a que el repliegue castrense se ha completado, todavía continúa la misión diplomática para garantizar que más ciudadanos de EE.UU. y que “los afganos aptos” que quieran marcharse puedan hacerlo.
Desde el ascenso de los talibanes al poder y su toma de Kabul el pasado 15 de agosto, EE.UU. se ha visto obligado a acelerar la evacuación de estadounidenses y de los colaboradores afganos y ha tenido que adelantar el término de su misión.
El presidente Joe Biden dará el martes un discurso para justificar su decisión de no prolongar la presencia de las tropas en Afganistán más allá del 31 de agosto.
El mandatario explicó en un comunicado que esta fue la recomendación “unánime” de los dirigentes del Estado Mayor de la Defensa y de “todos” los comandantes sobre el terreno.
Y agregó que, de acuerdo con el punto de vista de los jefes militares, la mejor forma de proteger a los soldados y las evacuaciones de civiles era poniendo fin a la misión castrense.
LA MAYOR EVACUACIÓN AÉREA DE NO COMBATIENTES
Tanto Biden como McKenzie subrayaron que esta ha sido la mayor evacuación aérea de no combatientes en la historia militar.
De acuerdo a los datos de McKenzie, desde el pasado 14 de agosto, un día antes de que los talibanes tomaran Kabul, más de 79.000 civiles han sido evacuados en vuelos militares de EE.UU. desde el aeropuerto de Kabul, entre los que hay 6.000 estadounidenses.
Junto con los vuelos de los países aliados de la coalición internacional, la cifra asciende a más de 123.000 civiles evacuados.
Se estima que quedarían menos 250 ciudadanos estadounidenses en suelo afgano, aunque las autoridades de EE.UU. todavía no han podido determinar si su deseo es permanecer o marcharse.
Aparte aún hay miles de afganos, muchos de ellos antiguos colaboradores de las fuerzas de EE.UU., como traductores y conductores, que no han sido sacados del país.
EE.UU. ha tenido más de 5.000 soldados desplegados en las últimas semanas para asegurar la protección del aeropuerto de la capital afgana durante las evacuaciones, de los que ya no queda ninguno en el país.
EL FINAL DE UNA MISIÓN INICIADA TRAS EL 11S
McKenzie destacó que “la retirada de esta noche significa el fin del componente militar de la evacuación, pero también el final de la misión que comenzó hace casi 20 años en Afganistán, poco después del 11 de septiembre de 2001”.
Recordó que fue “una misión que puso fin a Osama bin Laden, junto con sus colaboradores de al Qaeda”.
“No ha sido una misión barata. El costo han sido 2.461 soldados estadounidenses y civiles muertos y más de 20.000 heridos”, remarcó.
Pese a completar la retirada, McKenzie aseguró que EE.UU. “siempre” se reservará el derecho a atacar blancos de Al Qaeda o del grupo terrorista Estado Islámico (EI) si es necesario.
EE.UU. ha puesto punto final a su repliegue de Afganistán dentro del plazo fijado por Biden, que marcó el 31 de agosto como fecha límite para terminar la salida del país.
EE.UU. inició la retirada de Afganistán en mayo, pero tuvo que enviar refuerzos en las últimas semanas de agosto para garantizar la seguridad del aeropuerto, debido al rápido avance de los talibanes, que tomaron la capital el pasado 15 de agosto.
Las fuerzas estadounidenses han sido en este tiempo blanco de ataques del EI, como el atentado del jueves pasado, en el que 13 soldados estadounidenses fallecieron y 18 resultaron heridos, y que causó también la muerte y heridas a decenas de afganos.