Miami, 18 ago (EFE News).- El regreso a la escuela en Florida es una pesadilla para estudiantes y padres de familia que están sometidos no sólo a la “peor ola” de la covid-19 y nuevos récords de hospitalizaciones, sino a las peleas con visos políticos entre el gobernador Ron DeSantis y los distritos escolares locales que sí quieren las mascarillas.
Tras las vacaciones estivales, los estudiantes de las escuelas públicas de Broward, condado mayoritariamente demócrata, volvieron este miércoles a clase con mascarillas obligatorias, una medida que el gobierno del republicano DeSantis prohíbe tomar a pesar de que este estado es el centro de la nueva ola de la covid-19 que sacude el país.
Las autoridades del distrito escolar de Broward, al igual que las del condado de Alachua, decidieron desafiar la norma promovida por DeSantis según la cual en Florida solo los padres pueden decidir si sus hijos llevan o no mascarillas a la escuela.
Broward y Alachua optaron por aplicar las recomendaciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para proteger a los alumnos de la rápida propagación de la variante Delta y hacer obligatorio el uso de tapabocas en las escuelas.
Ambos serán sancionados, según lo decidió la Junta de Educación de Florida, posiblemente con la destitución o la retención de fondos y salarios.
Aquellos condados obedientes de las leyes estatales, como Hillsborough y Brevard, tuvieron que someter a cuarentena a más de 10.000 estudiantes y unos 338 maestros, el primero, y más de 3.000 alumnos, el segundo, debido a la exposición al virus.
Sin embargo, en las últimas horas se sumaron a la rebelión Hillsborough y también Miami-Dade, el cuarto distrito escolar más grande del país, en donde las clases se reanudarán la semana próxima.
Ya son entonces cuatro los distritos que rechazan la medida de DeSantis, que ha sido calificada de “irracional” y ha sido ya objeto de demandas en los tribunales por parte de padres con hijos en edad escolar.
El superintendente de las escuelas públicas de Miami-Dade, Alberto Carvalho, había anticipado que haría “lo correcto” y se atendría a las consecuencias “como insignia de honor”.
Ante la explosión de casos, la Archidiócesis de Miami indicó hoy que será obligatorio el uso de tapabocas para “todos los estudiantes, empleados y voluntarios en las escuelas primarias (católicas), independientemente del estado de vacunación” debido a que los menores de 12 años aún no son considerados aptos para las vacunas.
Entre tanto, las mascarillas serán opcionales “pero recomendadas” para todas las personas completamente vacunadas en las secundarias católicas de Miami.
EL CAOS DE LA DESINFORMACIÓN
La confusión reina en un estado con 67 condados, los del sureste los más poblados, donde las reglas cambian, las demandas pululan y la pandemia crece.
“Ningún niño ha muerto por la onerosa obligación de usar una máscara en el interior de una escuela”, le recuerdan a DeSantis un grupo de padres que presentaron una demanda judicial contra su gobierno y que este jueves tendrá una audiencia.
Al caos se suma la divulgación de las estadísticas de la pandemia, sin ninguna entidad que haga un consolidado, con cifras discordantes y acusaciones a los CDC de inflar las cifras.
La única demócrata en el Gobierno de DeSantis, Nikki Fried, que está reportando esas cifras federales ante la ausencia de información diaria del Departamento de Salud de Florida (FDOH), informó este miércoles de 17.096 personas hospitalizadas con covid-19, “un récord de todos los tiempos”.
Fried, comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida y precandidata a la Gobernación, agregó que el 92,5 % de las camas para el cuidado intensivo están ocupadas, el 55 % con pacientes de la covid-19.
De igual forma informó este miércoles de 23.335 casos nuevos de la covid-19, según datos de los CDC.
“Esto es mucho peor que la última ola. Vacúnese lo antes posible, no mañana, hoy”, escribió en su cuenta de Twitter.
BIDEN ORDENA DEMANDAS A GOBERNADORES
Por su parte el presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo este miércoles que ordenó al secretario de Educación, Miguel Cardona, apoyar a los distritos escolares que obliguen el uso de tapabocas, incluso con “acciones legales” contra “los gobernadores que están tratando de bloquear e intimidar a los funcionarios escolares”.
“Como he dicho antes, si no vas a luchar contra la covid-19, al menos salgan del camino”.
Su Administración ya había anunciado que ayudará financieramente a los distritos escolares que lleguen a ser sancionados por haber hecho obligatorio el uso de mascarillas en las escuelas.
Richard Corcoran, responsable de educación en el gobierno de Florida, subrayó en una reunión de emergencia celebrada el martes que los miembros de las juntas de cada escuela del estado tienen el deber de cumplir la ley “estén o no de acuerdo con ella”.
La Junta de Educación instruyó a Corcoran a hacer todo lo posible legalmente para que la prohibición de hacer obligatorias las mascarillas en el ámbito escolar se cumpla.
Durante la reunión de la junta quedó en evidencia la división que existe entre los estadounidenses respecto al uso de mascarillas, al igual que sobre las vacunas contra la covid-19, y que responde claramente a planteamientos políticos.
Según el diario Miami Herald, un padre que intervino en la reunión celebrada virtualmente pidió a la Junta de Educación que “aplasten a esa basura de Broward y Alachua para que no contagien al resto del estado” y otros llamaron “déspotas” a los miembros de las juntas escolares de los dos condados rebeldes.
Por el contrario, hubo quien calificó a DeSantis de “dictador” y equiparó a la Junta de Educación con un régimen comunista que sanciona a los que disienten.